lunes, 22 de octubre de 2012

Errante


Hace tiempo que lo guardo en lo más profundo de mi ser, esa cosa tan pequeña y a la vez tan grande, aquello a lo que los humanos llamamos corazón. Hace años desee destruirlo, hacerlo polvo y que desapareciera, hace años buscaba la fórmula de la felicidad, sigo buscándola.
Cada vez que la buscaba y parecía que iba a hallarla se desvanecía cual espejismo formado por mi mente. Han pasado muchas estaciones desde entonces, desde aquel momento en el que decidí enterrar mi corazón en lo más profundo de mi ser, me volví una Errante, un ser sin apego a nada, que vagaba por los corazones de los demás buscando uno que habitar.
Uno a uno eran espiados por mí, que sin color se colaba y se esfumaba de ellos sin dejar rastro, como una sombra. Al ser Errante no tenía hogar, lo que me volvió fría y distante. Siempre rogaba a Dios que no se me acercara nadie y a la vez el poder sentir la calidez del aquello llamado amor, pasaron varios años, mi incertidumbre nunca tuvo respuesta, sólo oía a mi corazón pidiéndome clemencia, pedía que lo dejase de aplastar contra aquellas paredes de hielo que envolvían a mi alma.
Con el tiempo acabo acallándose aquella tenue conciencia de mi interior, sólo quedó la mente, sin poder sentir nada aparte de apego, me sentí aliviada, no tenía resentimientos, decidí que la felicidad era algo que cada uno decidía, yo decidí que sería la felicidad de los  demás la que me llenaría.
Craso error.
Pasaron meses, me miré al espejo y me dí cuenta de en que me había convertido, era un demonio, un demonio sin corazón, un ángel negro sin perdón  de Dios, cuyo castigo sería no saber nunca que era el amor.
Quería llorar, materializar aquella tristeza que me estrangulaba por dentro, pero... No pude.
Mis lágrimas se habían secado tal vez para siempre, deje de sentir dolor, tristeza o alegría.
Era un demonio errante. Aquellos corazones que tocaba se volvían pútridos y llenos de veneno, que expulsaban contra mí, tome la decisión de no acercarme nunca a nadie más.
A vivir sola para siempre.
Entonces, tú, que habías pasado desapercibido para mí, te volviste cálido y amable con un demonio como yo, te decía borderías para que te alejaras, pero, para mi sorpresa, lo tomaste como un juego.
No entendía la razón de aquello.
¿Por qué gastar tiempo inútilmente con alguien como yo?
 Te envenenaré aléjate.
Quería decírtelo pero no sé porqué no puedo.Quiero que te acerques más a mí, quiero sentir tus labios en los míos, quiero que seas mio...
Sentimientos que pensaba que no existían aparecieron por sorpresa, como una brisa en verano, todo gracias a ti...
Cuando me dí cuenta me dio por reír, ese corazón que no existía había vuelto a nacer, un poco más vivo que antes, con más alegría,...
Ahora sólo ruego al cielo que mi castigo no sea la soledad, que me deje saborear el amor.

Soy una Errante que ha encontrado
 un corazón en el que le gustaría vivir,
sólo si la dejas.

Más corta


Al verte junto a otra,
me dan ganas de abrazarte
 y de susurrarte al oído,
 Eres mío...

Pero no puedo porque no tengo ese derecho,
 porque está fuera de lugar,
por tanto te observo desde este banco estrecho,
 mientras algo me estrangula en mi pecho.

Haciéndome recordar,
 que es a tu lado donde quiero estar...

Palabras




¡Buenos días, Princesa!
¡He soñado toda la noche contigo!
Íbamos al cine y tu llevabas ese vestido rosa
que me gusta tanto, 
¡Sólo pienso en ti, Princesa!
¡Pienso siempre en ti!

La vida es bella, Roberto Benigni.



Quien pudiera escuchar esas palabras,
 o cualquier otra al despertar,
 cualquier palabra es hermosa 
si es escrita con tu voz
 y pronunciada por tus labios,
 la esperanza me hace soñar con ello,
 y tus ojos ayudan a ello.

Miro al cielo, aquello tan bello.
Pienso en ti,
tengo ganas de ti,
Sólo de ti...

Malditos sean tus labios, 
tus ojos 
y tu risa.
Maldito sea todo lo que hay en ti, 
porque hace que me pierda a mi.
Deseo sentir tus ojos,
deseo tocar tus labios,
y deseo ser la risa
que ilumina tu rostro.

Quiero acunarte cuando tengas lágrimas, 
consolarte, cuando lo veas todo perdido,
y entonces ser tu abrigo,
abrigarte cuando haga frío,
ser tu agua cuando la sed te  devore...

Porque algún día, 
me gustaría susurrarte
al oído, 
o quizás gritarlo bien alto, 
para que de todos sea sabido, 
que eres el dueño de mi amor...

Te quiero,
Y quiero decirte,
una mañana de Diciembre,
¡Ey, despierta,
que ya es hora!

Y que me respondas,
¿Por qué si el verte, 
es para mí,
 un sueño?
Déjame soñar contigo,
una vez más cada día,
de manera que este sueño
sea eterno...





Un día de Octubre,
 una chica que miraba al cielo, 
buscando una  estrella
 que su corazón pudiese 
tomar reclusa

jueves, 1 de marzo de 2012

Prefacio


Y soñar que nada pasó, que todo fue un sueño, toda la vida esperando para que luego me dé la espalda…
¿Por qué dije aquello?
Ni yo misma obtengo la respuesta, debí haber alzado mi mano, haberte detenido a tiempo, haberte dicho todo lo que tenía que decir…
Desearía haber respondido aquella pregunta que se repite de forma monótona en mi cabeza, una y otra vez, debería haberte dicho tantas cosas…
Quizás si lo hubiera hecho, estaríamos bajo este árbol, con esta cálida brisa acariciándonos, y nuestros corazones unidos en uno solo…